Foto original de Rodrigo Ucero modificada con un filtro de Canva
La casquería es el precursor gastronómico de la famosa sostenibilidad. Y es que sorprenden los manjares que se pueden hacer con lo que muchos cosiderarían despojos. Manjares que dan hasta para una ruta de «tapas de casqueria» en la que el Norte de Castilla nos incluye.
Es el caso de la lengua de ternera curada y «a la gallega», como no podía ser de otra forma en nuestro restaurante.
Un plato que se toma frío, y por ello está más indicado para el verano, y que tiene una cuidada elaboración, en la que se cuece y pela la lengua, se cura durante 12 horas en sal y azúcar, se lonchea muy finay y se nevasa al vacío en aceite ahumado, en donde reposa durante al menos 2 días. A la hora de servirlo se adereza con pimentón de la Vera y un buen aceite de oliva.